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GRUPO 508

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Lic. Guillermo Gómez Terán
Historia de México II

miércoles, 24 de marzo de 2010

El papel de la Iglesia a través de la historia del país

por Erasmo Ruano

La historia del conflicto entre la Iglesia y el Estado que se remonta a antes del siglo XVI, como se ha visto a lo largo del curso, desemboca en México con la violencia y la guerra. En la Constitución de 1917, encontramos a la Iglesia en la misma situación jurídica que antes de la Independencia, con la diferencia de que el Estado era agresivamente antirreligioso. La Iglesia con la revolución acababa de ser librada del neo-Patronato porfirista y deseaba separar su poder del poder público.
Al decidirse los obispos por la resistencia al gobierno, contaban con la fidelidad de los católicos, y no se frustraron sus esperanzas. Su actitud fue un factor esencial de movilización, de exaltación. Los obispos predicaban indiscutiblemente la resistencia, pero la pasiva y pacífica. Cuando se suspendió el culto, los prelados exhortaron a los católicos a abstenerse de toda manifestación que pudiera provocar desórdenes.
La Iglesia en su desarrollo se enfrenta a una evolución ideológica, política, social y económica de los individuos y del Estado y no tiene que ajustar su credo, que se considera intangible, sino sus formas de organización y métodos de desarrollar su misión, su sentido social y su vida económica como institución real. Cuando no los ajusta es cuando surgen conflictos con la sociedad o con el Estado.
La iglesia en el Virreinato
La Iglesia católica tuvo pronto sus primeras diócesis, con sus obispos. Su deber era cristianizar a los nativos y atender las necesidades espirituales de los españoles.
En un principio, las tareas se dividieron. De las parroquias de indígenas se encargaban las órdenes religiosas, de la gente de las ciudades, el clero secular, el que estaba en los conventos. Con el tiempo, éste fue haciéndose cargo también de los pueblos de indios.
Como sabes, la Iglesia católica se ocupaba de la educación y de la asistencia social. Tenía colegios, hospitales, asilos y orfanatorios.
También en las actividades económicas tenía la Iglesia un papel importante. El diezmo, impuesto recibido por las autoridades religiosas, así como las donaciones hechas por la monarquía y por los creyentes, dieron a la Iglesia católica grandes capitales, que otorgaba en préstamo a los individuos y al gobierno. Asimismo, acumuló numerosas propiedades en las ciudades y en el campo, que como no se podían vender, crearon un acaparamiento poco productivo, lo que provocaría serios problemas durante el siglo XIX.



La iglesia en la independencia y Consumación
Cuando México obtuvo su Independencia y desapareció el Real Patronato, la unión entre Iglesia y Estado cesó. Éste no quiso o no pudo restaurar la unidad existente y la sujeción ni la Iglesia tampoco. Considerase ésta por primera vez libre, dependiente tan sólo de la Santa Sede y por mantener esa posición luchó con todas sus fuerzas. La separación que se establece en definitiva entre la Iglesia y el Estado, bastante satisfactoria para ambos poderes, fue el final de esa disputa.
Entre los problemas de tipo político, económico y social a que la Iglesia tuvo que enfrentarse se cuentan principalmente los siguientes:
1. La independencia política de México en relación con su metrópoli o con cualquier otro Estado. En este apartado debe examinarse también su posición frente a dos hechos graves que pusieron en peligro la autonomía de México: la invasión de México por los Estados Unidos en 1847 y la intervención francesa a partir de 1862.
2. Terminación del sistema del Real Patronato y separación absoluta de la Iglesia y el Estado sin concordato alguno.
3. Supresión de los fueros eclesiásticos.
4. Disminución y supresión de las congregaciones religiosas.
5. Organización de la instrucción pública que pasó a depender del Estado.
6. Atribución estatal de funciones públicas realizadas por la Iglesia, tales como el registro civil y la administración de los cementerios.
7. Desamortización y nacionalización de sus bienes.
8. Rompimiento del monopolio religioso y aceptación por el Estado del principio de tolerancia religiosa.
9. Introducción de nuevas doctrinas y concesión de derechos para realizar sus prácticas.
10. Formación de un clero nacional.
Iglesia, Estado y religión en el México revolucionario
Uno de los elementos de la Revolución mexicana de 1910 que más controversia política y social han suscitado, es sin duda el de la cuestión religiosa. Las relaciones entre la Iglesia y el nuevo estado mexicano han derivado desde la lucha abierta y la persecución, hasta el mantenimiento de un statu quo más o menos consolidado, pero siempre desde un estricto alejamiento de la actividad eclesial de la vida pública. Las relaciones entre la Iglesia y el estado mexicano evolucionaron desde una estrecha simbiosis durante buena parte de la etapa colonial hacia una creciente confrontación en los años de las reformas borbónicas. Esta tendencia se agudizó a lo largo del siglo XIX culminando en la era de la Reforma Liberal (1855-1876), que asestó un serio golpe a la influencia económica, política y cultural de la Iglesia Católica. Aunque se dio una temporal distensión bajo la dictadura de Porfirio Díaz, los liberales radicales rechazaron este acercamiento. Buena parte de las recientes historias del México revolucionario continúan mostrando la resistencia religiosa como un reflejo de tendencias políticas, sociales y económicas más profundas.
Las guerras cristeras
La Iglesia católica había rechazado, desde que fueron promulgados algunos artículos de la Constitución de 1917; en especial los artículos 3º, 5º, 24, 27 y 130. En ellos, entre otras cosas, no se reconocía personalidad jurídica a las iglesias; se prohibía el culto externo, como las procesiones; no se reconocían derechos políticos a los sacerdotes; se establecían mecanismos para abrir templos al culto y delimitar el número de sacerdotes y se prohibía oficiar misa a los extranjeros.
El presidente Calles decidió hacer cumplir las normas de la Constitución; propuso leyes que llevaban al detalle lo que la Constitución mandaba y estableció castigos para quienes no las respetaran. Como respuesta, la Iglesia suspendió las actividades en los templos.
Muchos católicos se levantaron en armas. El Ejército intentó detenerlos y el conflicto se hizo más intenso. Empezó la rebelión cristera, llamada así porque el grito de combate de los alzados era "¡Viva Cristo Rey!" La rebelión duró tres años, hasta junio de 1929 , cuando el gobierno y la Iglesia llegaron a un entendimiento.

Comentario

Desde tiempos de la Colonia, la Iglesia ha tenido un papel fundamental en la historia del país tanto económica, política y socialmente. Se ha visto involucrada en el movimiento de independencia hasta la Reforma ya que esto afectaba sus intereses de forma considerable, ya que era influyente en el gobierno y en la economía propia de México. A partir de la Reforma, que hablaba de la separación de la iglesia y el estado, se trató de hacer que la iglesia no participara en asuntos del gobierno, pero en la actualidad aún podemos ver cómo es que aún influye en la vida del país.

Referencia bibliográfica

Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, José Valero Silva (editor), México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, v. 1, 1965, p. 9-34.
www.historiador.net/story.php?id=1995
www.accessmylibrary.com/.../iglesia-estado-y-religion.html
www.bibliojuridica.org/libros/2/554/15.pdf -

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